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Escuadrón de la muerte del FBI norteamericano asesina a combatiente por la Independencia Boricua

4 de octubre del 2005

El 23 de setiembre, 270 agentes del FBI respaldados por varios cientos de policías puertorriqueños, atacaron una humilde casa campestre en las afueras del pueblo de Hormigueros en el suroeste de Puerto Rico con rifles de asalto M4 y municiones militares de coraza metálica completa, listos para la matanza. Atacaron la casa del dirigente Machetero Filiberto Ojeda Ríos sin previo aviso con una balacera de sobre cien tiros; tres agentes atacantes fueron heridos al defender su casa Ojeda con apenas diez disparos. Ojeda salvó a su esposa al pedirle luego de este primer intercambio su salida. Esta fue arrestada y maltratada al alejarla del lugar. Al oscurecer, el FBI quitó el suministró de electricidad del barrio y uno de sus francotiradores le despacho un tiro fatal al solitario combatiente Ojeda. Lo dejaron morir desangrado al abandonarlo en esas condiciones toda la noche sin atención medica y rodeado por un ejercito de guardias asesinos.

La opinión pública en Puerto Rico ha alcanzado el punto de ebullición con este cruel asesinato político de la élite asesina del imperialismo. Los dirigentes de los tres partidos burgueses tradicionales han expresado sus críticas contra este vil asesinato de un hombre que tuvo que enfrentarse a un pequeño ejército de agentes del FBI. Muchos de estos han hecho llamados a favor de investigaciones federales. El alcalde PNP de Yauco, un delegado a la convención del Partido Republicano federal, le ha escrito en protesta a la Casa Blanca. Hasta el siempre cooperador y sometido gobierno colonial ha pedido una investigación federal pero por supuesto nunca retaría el derecho de la policía secreta imperialista a operar en Puerto Rico.

Ojeda ha sido elevado al martirologio por la acción, las mentiras y el encubrimiento del FBI. Los dirigentes nacionalistas clase media y pequeño burgueses han prometido que desataran una lucha de las mismas proporciones limitadas que la que dieron contra la Marina en Vieques. (Vea Puerto Rico: For Mass Action Against U.S. Imperialism en Proletarian Revolution No. 61). Un equipo investigativo del Departamento de Justicia federal ya investiga en San Juan los acontecimientos. La oficina central del FBI en Washington ya ha expresado su satisfacción con un trabajo bien hecho por sus agentes asesinos en Hormigueros.

El vil asesinato de Ojeda ha enviado un poderoso mensaje no solamente a sus seguidores nacionalistas sino también indirectamente a la clase trabajadora puertorriqueña que produce sobre $30,000 millones en plusvalía al año. La clase trabajadora esta lista para una lucha contra los recientes aumentos de precios y las promesas gubernamentales de reducir la jornada del sector publico central a 4 días. El asesinato envía el mensaje: “Nosotros dominamos aquí y Uds. mantengase en sus lugares de superexplotación colonial o enfrentaran nuestros fusiles como los pueblos de Irak y Afganistán”.

Los burócratas sindicales continúan evitando el muy necesario llamado a favor de la huelga general indefinida contra los ataques capitalistas. Estos también temen a los asesinos del FBI que han asumido un rol más destacado en sus ataques contra los huelguistas como lo fue durante la reciente huelga de los trabajadores del agua. El FBI incautó importantes documentos y propiedad sindical y recorrieron toda la isla en busca de alegados huelguistas “terroristas” que le harían daño a la infraestructura.

Los trabajadores revolucionarios en todas partes demandan la salida de la policía y las fuerzas armadas norteamericanas de Puerto Rico. Las acciones del FBI nos enseñan que la clase trabajadora deberá armarse y adiestrarse para la autodefensa. Defendemos el derecho del pueblo puertorriqueño a la autodeterminación nacional, nos unimos en lucha común con todos los opositores de los ataques imperialistas norteamericanos. Como revolucionarios proletarios, luchamos a favor de acciones de la clase trabajadora que sean independientes, por la construcción de partidos obreros revolucionarios, y la creación denuevo de la Cuarta Internacional, partido mundial de la revolución socialista. Mediante luchas conjuntas esperamos probar que solamente la revolución socialista internacional podrá ponerle fin a la viciosa opresión y superexplotación impuesta por los fusiles imperialistas.

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